Esta piedra fue llamada Machiruna, se cuenta que posee una entrada a un río subterráneo (hogar de las sirenas) que se encuentra justo detrás del Río Chili.
También se cuenta que la piedra se mantiene en su lugar gracias a la fuerza de los brazos de todos los hombres que fueron atrapados por ellas.
Cuando hay celebraciones y fiestas importantes para las sirenas, salen de su hogar subterráneo a las 6 o 7 de la noche buscando jóvenes para atraparlos y divertirse a su manera.